Ready Player One

Ready Player One 
o, lo que es lo mismo: Arriba, abajo, izquierda, derecha, A, B, Select, Start.
Le quisieron poner: Nintendos de Pasión.
Pero le terminaron poniendo: Ready Player One: Comienza el Juego.

Con todo el toque ochentero que Steven Spielberg domina a la perfección, es un múltiple homenaje a la cultura pop de dicha década entorno a los ya clásicos juegos de video; pero también, al estilo Black Mirror, es una seria reflexión sobre cómo la tecnología y la realidad virtual va a invadir la ‘realidad real’ afectándola en todos los ámbitos. 
Millonaria producción, sumamente original, sorpresiva, entretenida y emocionante, se nota en la dirección, efectos especiales y musicalización la maestra mano del gran Spielberg.
No alcanza el 10 porque los últimos minutos son melosos, pero imperdible. Rate: 9.5

Tres secuencias son memorables: la carrera al estilo Mario Kart es un derroche de talento en edición fílmica, continuidad y sonido.
El baile aéreo zombi en el hotel es artístico, poético, original y estético.
Y la cereza del pastel, todo lo referente a El Resplandor de Kubrick: impresionante, conmovedor, magnífico.