martes, 28 de febrero de 2017

50 Sombras Más Oscuras



Fifty Shades Darker,
O, lo que es lo mismo: cincuenta veces más aburrida.
Le quisieron poner: El lado oscuro de Greys Anatomy.
Pero le terminaron poniendo: 50 sombras más oscuras.

Me dijeron que no le exigiera tanto, que era para relajarse y divertirse, pero me di la aburrida de mi vida. Carece de erotismo, de sadomasoquismo (porque es lo que supuestamente vende) de
congruencia, de encanto, de química, de inteligencia, de belleza, de todo. Es ridícula y absurda. Un monumento al burdo cliché. Le doy tres puntos porque agradecí cuando finalmente terminó, esa parte es la mejor de la película. Terrible, fatal. Rate: 3/10


A considerar:

- Resulta que él le deposita, porque sí, 24 mil dólares. Después la invita a una fiesta familiar y ella dice que no, que porque no tiene qué ponerse... mhijita, le acaban de depositar 24 mil dólares! O sea, vaya y cómprese algo! Todavía el mega bestia de Grey va y le compra una docena de vestidos para que escoja alguno la reina que se jacta de sencilla.

- En la fiesta familiar, Anastasia derrama el martini al rostro de una vieja (muy vieja) amante del Greys; luego llega la suegra y la cachetea, bueno, escena tan canal de las estrellas, que poco faltó para que apareciera Itatí Cantoral despavorida y le gritara a Kim Basinger que es una marginal.

- Lejos, lejos, muy lejos, infinitamente lejos de obras sadomasoquistas como Ninfomanía parte 1 y 2, El Último Tango en París, Nueve Semanas y Media, por sólo mencionar algunas muy cercanas.

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