domingo, 2 de abril de 2017

Silence




Silence, 
o, lo que es lo mismo: La misión 2 (pero sin Jeremy Irons ni Robert de Niro).
Le quisieron poner: Que alguien ya saque a Andrew Garfield de Japón. 
Pero le terminaron poniendo: Silencio.

La nueva cinta de Martin Scorsese presenta un interesante intento de diálogo histórico entre cristianismo y budismo japonés en el Siglo XVII y las consecuencias que eso conlleva. Muy larga, dos horas con cuarenta minutos, lenta, lenta, lenta, con fuertes imágenes de tortura y martirio, sólo para estómagos pacientes y fuertes. La espectacular fotografía del mexicano Rodrigo Prieto, por mucho, lo mejor. Rate: 7.5


A considerar:

Sólo alcanzó una nominación al Oscar y fue precisamente en la terna a Mejor Fotografía, donde el mexicano Rodrigo Prieto compitió con amplias posibilidades, pero al final fue La La Land quien se llevó la estatuilla.

Prefiero a Martín Scorsese en historias dentro de Nueva York, gangsteriles, en donde es amo y maestro, porque cuando toca temas religiosos como en Kundun, La Última Tentación de Cristo y ahora Silencio, se vuelve lento y tedioso.

Y por el amor de Deus, ya no manden a Andrew Garfield a sufrir tanto a Japón: en tan sólo un año protagonizó dos dramáticas cintas, Hasta el último Hombre y Silencio, como sacerdote y soldado respectivamente, y en ninguna se salva de sufrir por los demás. Muy buen actor.

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