Roma, o, lo que es lo mismo: Merry Poppins a la mexicana. Le quisieron poner: La Condesa. Pero le terminaron poniendo: Roma.

Elegante y profundo relato sobre una familia de clase media a principios de los setenta, desde la visión y experiencia de la empleada doméstica que se convierte en un miembro más, pilar incluso, de las telúricos cambios familiares.
Íntima, poética, bella, dignifica la figura de “la sirvienta” tan común (y aparentemente invisible) en la cultura del mexicano.
Extraordinaria fotografía en blanco y negro, maravillosos paneos, la película está repleta de cuidadosos pequeños detalles que logran una perfecta ambientación.

Una sesión catártica al pasado de cada uno de nosotros. Maravillosa, rate: 10.

Diferente y conmovedora la actuación de Yalitza Aparicio, quien logra ejecutar complicadas escenas cargadas de emoción. No alcanzó Globo de Oro, pero quizá el Oscar sea más incluyente. Por cierto, su novio en la película, es el célebre Cadete Tello de la serie Luis Miguel.